Cuánta felicidad hay en el cierlo por un pecador que se arrepiente, nos explicó el padre que la moneda que se le pierde a la mujer era un dracma, no tenía mucho valor adquisitivo. Así que cuando la encontró e invita a las demás mujeres a festejar con ella seguramente se gastó las otras 9 monedas... es decir, la felicidad por encontrar al perdido merece una gran fiesta, aunque el valor creamos que es pequeño el Señor nos ama y el precio que pagó por nosotros fue muy grande...aunque no valgamos mucho el nos ama... y la frase que más me gustó:
El nos amó primero
La verdad no lo entiendo... ese amor tan grande...sé que lo quiero ver con ojos humanos y nunca lo comprenderé...posiblemente cuando tenga hijos entienda ese amor un poco más...
2 comments:
la parábola de la moneda y las vecinas celebrándolo es una de las más entrañables de todas , pienso que quizá María encontró una moneda cuando Jesús era pequeño y es muy mariano eso de compartir , sí pienso que Jesús hablaba de su madre aquí
Él, nos amó primero y nos ama siempre.,
No lo olvides, jeje.
Bendiciones
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